
Me ha llamado profundamente la atención observar tanta VIDA , abandonada. La crueldad se a apoderado de nosotros que transitamos por nuestra ciudad como ciegos, sordos y mudos.
Digo todo esto, a causa de encontrar donde vaya, perros que deambulan en busca de alimento, compañía y de un ser humano que los cobije. Sin duda , alguna vez tuvieron un dueño que se cansó de entretenerse con ellos y cuidarlos, sin encontrar otra salida que el abandono.
Están en todas partes, en las calles, las avenidas, los edificios públicos, las plazas, los hospitales, las entradas a los colegios y universidades. Participan de todos los actos masivos son infantables en los estadios, en las iglesias y hasta en el Palacio presidencial. Ellos hacen presencia a como dé lugar.
¿Cuántas veces hemos tenido la experiencia, en donde se nos han acercado cuan mendigos para olfatear nuestro cuerpo o las bolsas que cargamos, dejando entrever la necesidad de ser cuidados?
Es común verlos agrupados durmiendo para capear los fríos, como también es normal observar como botan los tiestos de basura para lograr el alimento tan necesario para su vida.
En una sociedad tan hostil, lo único que les queda es sobrevivir.
No hay cultura, no se toman los animales como SERES VIVOS, sino como objetos que sirven para jugar, para cuidar bienes y ser usados en pos de los propios beneficios.
Si existe una población flotante tan grande de animales abandonados, es porque lamentablemente son más los que olvidan a sus animalitos , que los que sí los cuidan y respetan su vida.
El respeto incondicional por los seres vivos era un principio que regía en la cultura del rigor como muchos la señalan, para los tiempos pasados, pero que al fin de cuentas hoy, esa misma generación se ha hecho inmune frente al abandono.
¿Cómo es posible que estemos pidiendo a gritos leyes que nos indiquen el como proteger a nuestros animales? ¿Es acaso esa la única salida para educar nuestros sentimientos? ¿Es acaso una normativa venida de nuestras autoridades la que nos tiene que sacar del estrecho mundo del desamor?
Hoy por desgracia la cultura de la indolencia a tomado fuerza y es esa
la realidad, a mayor número de perros abandonados mayor es la cantidad de seres humanos que no han sido educados para el amor y respeto hacia nuestros hermanos menores como tan delicadamente nos señaló San Francisco de Asis.
Ojala podamos revertir esta situación tan desalentadora y podamos imitar el ejemplo de tantos niños, jóvenes y algunos adultos (como aquella señora que fue llevada a prisión por cuidar y proteger a sus animalitos )quienes han cultivado el espíritu de la tenencia responsable de animales.
Duele encontrar tantos seres vivos tan fieles y tan abandonados. No olvidemos que ellos han sido señalados como los mejores amigos del hombre.
Digo todo esto, a causa de encontrar donde vaya, perros que deambulan en busca de alimento, compañía y de un ser humano que los cobije. Sin duda , alguna vez tuvieron un dueño que se cansó de entretenerse con ellos y cuidarlos, sin encontrar otra salida que el abandono.
Están en todas partes, en las calles, las avenidas, los edificios públicos, las plazas, los hospitales, las entradas a los colegios y universidades. Participan de todos los actos masivos son infantables en los estadios, en las iglesias y hasta en el Palacio presidencial. Ellos hacen presencia a como dé lugar.
¿Cuántas veces hemos tenido la experiencia, en donde se nos han acercado cuan mendigos para olfatear nuestro cuerpo o las bolsas que cargamos, dejando entrever la necesidad de ser cuidados?
Es común verlos agrupados durmiendo para capear los fríos, como también es normal observar como botan los tiestos de basura para lograr el alimento tan necesario para su vida.
En una sociedad tan hostil, lo único que les queda es sobrevivir.
No hay cultura, no se toman los animales como SERES VIVOS, sino como objetos que sirven para jugar, para cuidar bienes y ser usados en pos de los propios beneficios.
Si existe una población flotante tan grande de animales abandonados, es porque lamentablemente son más los que olvidan a sus animalitos , que los que sí los cuidan y respetan su vida.
El respeto incondicional por los seres vivos era un principio que regía en la cultura del rigor como muchos la señalan, para los tiempos pasados, pero que al fin de cuentas hoy, esa misma generación se ha hecho inmune frente al abandono.
¿Cómo es posible que estemos pidiendo a gritos leyes que nos indiquen el como proteger a nuestros animales? ¿Es acaso esa la única salida para educar nuestros sentimientos? ¿Es acaso una normativa venida de nuestras autoridades la que nos tiene que sacar del estrecho mundo del desamor?
Hoy por desgracia la cultura de la indolencia a tomado fuerza y es esa
la realidad, a mayor número de perros abandonados mayor es la cantidad de seres humanos que no han sido educados para el amor y respeto hacia nuestros hermanos menores como tan delicadamente nos señaló San Francisco de Asis.
Ojala podamos revertir esta situación tan desalentadora y podamos imitar el ejemplo de tantos niños, jóvenes y algunos adultos (como aquella señora que fue llevada a prisión por cuidar y proteger a sus animalitos )quienes han cultivado el espíritu de la tenencia responsable de animales.
Duele encontrar tantos seres vivos tan fieles y tan abandonados. No olvidemos que ellos han sido señalados como los mejores amigos del hombre.
Recuerda siempre que.......

No hay comentarios:
Publicar un comentario