martes, 27 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

¿Hasta cuando viviré el tironeo entre la espectacular publicidad que me encandila y me lleva al consumo, y lel deseo de soledad y silencio que debiese entrar en mí para participar de lleno en la Navidad?

Siempre lo mismo: mi profundo anhelo de rendir adoración a lo sencillo y humilde, y la inclinación a dejarme llevar por el frenético ritmo de las compras bajo un sol que no da tregua, debilitando mi cuerpo al extremo del máximo cansancio, el cual no me permite experimentar mi propia Navidad
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Y en honor a la verdad  me ha costado muchísimo despegarme de las costumbres sociales. Nunca me he despedido de ellas, pero hay algo que me gusta de todo este proceso, estoy poniendo atención a mis propias contradicciones, sabiendo que debo demoler lo antiguo para llegar a vivir de acuerdo a mis propios sentimientos y pensamientos.
Estoy cierta que que las imágenes del pesebre, los arbolitos las luces  y los regalos, aunque estén insertas en medio de la publicidad y la multitud, estas siempre me invitan a revivir el misterio del niño Dios.representado en ese "alguien " que me traerá regalosy felicidad.
 Y me pregunto:
¿De donde sale esto? Creo que de niña lo aprendí.

Aún recuerdo perfectamente el ambiente que reinaba en mi hogar. Toda la familia ante la espera de ese alguien que nos traería la alegría de la vida: y ese era el niño Dios quien, aunque no lo viera se hacía presente a través de oraciones y ritos; y de la dulce y ansiada espera en medio del sueño que sin tenerlo o no debía esperarlo acostada en medio de la oscuridad del dormitorio

Siempre creí que era el niño Dios quien  me traia las muñecas y los otros regalos. Era tan especial esa noche porque casi nunca me dormia por completo, lo único que quiería era , pillarlo para poderle preguntar como lo hacía para llenar de tanta alegría a los niños. Mi inocencia de niña siempre se mantuvo alerta esperando algún día saber como se enteraba de mis deseos y como era que nunca se equivocaba.
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Maravilloso misterio que se grabó profundamente en mi alma y que hoy, al cuestionar el consumismo al cual me entrego, creo encontrar sus raíces.

No hay duda el rostro de la noche navideña tiene que ver con la llegada de ese alguien en medio del acontecimientode su natividad,  que me ha permitido tener la certeza que año a año viene a visitarme trayendo algo nuevo que se abrirá ante mí.
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Y aunque me presente a esta fiesta algo distraída y confundida, siempre creeré en ese alguien que me conoce y por ende sabe lo que necesito, año a año entra en mi vida en la forma de regalo pero no ese envuelto en papel, sino aquel que trae su mirada amorosa y alentadora para mí.
Y en la fe, este año me atrevo a evangelizar su nacimiento, no vaya a ser cosa que el Viejo Pascuero termine por desplazarlo a EL.
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Y como el comercio aún se apodera de mí ,es que deseo que ese niño divino que nace en medio del frío y la oscuridad me permita anular mis  contradicciones ,  para así  poder anunciarle con la felicidad propia de mis recuerdos de la infancia que me permiten sentir y tener la seguridad que a cada nacimiento del niño Dios, algo de El está naciendo en mí con la fuerza que da la novedad.

El nacimiento de Jesús está rodeado de Esperanza, Fe y Alegría y por ello daré las gracias siempre a aquellos que supieron mostrarme la mejor forma de creer sin ver, dejando atrás los deseos infantiles de creer si me quieren o no , según el tamaño de los regalos de Navidad.
Todo está por comenzar, aunque año a año sea una mujer que luche contra el mundo mercantil,creo que el tema de los regalos evoca parte de mi niñez y como ya he pasado que rato esa etapa creo que  esta próxima Navidad ya no seré la misma ,algo me dice que ya es hora de equiparar esas contradicciones tan propias de mi humanidad, con aquellas
certezas que toman fuerza a medida que confirmo que a traves del nacimiento de Jesús la vida cambia y no puede ser reprimida por ningún enojo o malestar contra la sociedad que hoy me toca asistir.


FELIZ  NAVIDAD !!!!!