Tengo que confesar que ella suena muy grata a mis oidos, cálida en mi corazòn y una explosión de emociones surgen en mi alma, cuando me encuento con ella, porque estoy convencida que no podría vivir sin AMOR.
Mi madre me decia: "Eres una enamorada del amor". Quizás me veìa demaciado idílica, fantasiosa y poco prudente para buscar el amor. Siempre lo necesité. Me sentía muy atraida por su efecto, y sufría mucho cuando surgía en mí, la sensaciòn de aislamiento y no sentirme importante para nadie.
Mis rebeliones fueron enegicas y llenas de rabia. La presencia del desamor calaban hondo en mi corazòn. Me costaba aceptar la realidad. Me dolía la falta de expresiòn y capacidad de entregar la riqueza inigualable que poseemos en nuestro corazón para amar y ser amados, en aquellos que me rodeaban.
Tal vez esos fueron los signos que mi madre detectò en mi personalidad que le hicieron repetir hasta el cansancio esa frase y advertirme de los riesgos que ello implicaba actuar con la pasiòn que me movía de creer que el Amor viene de lo màs noble del ser humano y que representa aquello que debe atravesar nuestras vidas con obras y testimonio.
Por eso me costaba muchísimo entrar en una suerte de "aislamiento", como modo de protección para no salir herida por la extrema confianza en los demás puesta al momento de demostrar amor. Yo busqué y buscaré siempre la fuente del Amor, porque sé que de ella surgirán siempre los más nobles sentimientos para vivir a imagen y semejanza de Dios .
Amor, palabra tan idílica, sin embargo, tan presente en el modo de actuar de Dios en nosotros. Es capaz de levantarnos cuando hemos caido, de animarnos cuando la desilusiòn y desesperanza nos visitan, dándonos fortaleza cuando nos hemos vuelto fràgiles; hacernos sensibles frente a la cruda realidada que a veces nos golpea; y regalandonos creatividad para luchar y encontrar la mejor forma de aportar. Nos visita cuando tomamos la desición de ejercerlo, dejando atrás todo acto de soberbia orgullo y vanagloria, para sentir que jamàs seremos capaces de construir en "solitario". Todos necesitamos de todos y la busqueda para salir al encuentro del otro tendrà que estar centrada en el espíritu del Amor.
El llamado es entonces a sentir Amor , pero no quedandonos en la superficie de nuestro ego, sino que salir para ser Amor. Es una invitaciòn tan maravillosa por la confianza que Dios ha puesto sobre nosotros, que no me queda más que sentir un gozo tremendo por que siento que EL me habita y me llama insistentemente a colaborar en la construcciòn del Reino, que no es otra cosa que vivir en el Amor.
"Dios es amor y no podemos vivir a espalda de El" ¿Como no vivir enamorada del amor si en esta frase se esconde la verdad màs sublime.
No olvidemos jamás el amor del Padre que ama sin restricciones, sin límites, donde tiene un sitio para todos y cada uno de nosotros, sabe de nuestras debilidades y sin embargo, nos busca para mostrarnos todo su Amor.
sueño y seguiré soñando por una sociedad construida a partir del Amor que no excluye, no separa, no divide, ni etiqueta.
Gracias madre por usar tantas veces la frase señalada. Ella me ha llevado a descubrir las consecuencias e implicancias de sentir que el amor es para ser vivido y no temido y en la medida que sea expresado será la fortaleza y el aliento vital para mi existencia.