martes, 2 de noviembre de 2010

Dia de Todos los Santos

Cementerio lleno, miles y miles de personas, todas ellas con un presente entre sus brazos-incluida yo-caminamos con paso firme hacia nuestros seres queridos que ya han partido, y en medio del perfume de las flores, y el calor que golpea fuerte sobre mi cuerpo, me pierdo en el recuerdo que remece mi alma, cuando estoy frente a sus  tumbas.

 En medio de la multitud siento que el homenaje de este día para mis santos  irá más allá de un ramo de flores.

LA santidad manifestada en vida  y sus distintas formas de entrega hacia mi persona, en la gratuidad más sorprendente,  llena mi alma  de paz y  gratitud y me permite  hacerme una en medio de ellos, a traves de la oración.
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Con todo el dolor que me causó su partida hoy puedo re- mirar su paso en vida, sobre la mía  y ciertamente no ha sido en vano, porque de ellos pude tomar todo el aprendizaje que ha marcado mi humanidad.

Comensaré por los santos papás Enrique e Isabel. ¡Tengo tanto que agradecerles! En mi niñez cuidaron de mí,  con el mismo  amor de padres  biológico,aún no siendolo,  crearon lazos afectivos tan poderosos que llegar a ser la hija adoptiva de ellos,  no fue impedimento para crecer feliz y confiada al alero de una familia.

Para mi ellos  fueron el primer paso donde pude costruir el símbolo y significado de hogar, allí permanecí 15 años donde primó la igualdad frente a todos los que amorosamente llamaron hijos.

Mi abuelo José,  segundo santo que recuerdo. El viejo más encantador,sencillo y humilde que me regaloneó a diestra y siniestra. Él me mostró lo fácil que era superar las diferencias y divisiones que a veces se producían entre el "abuelo mal enseñador" y la disciplina de los papás adoptivos. Puso siempre su granito de arena para sacarnos del mundo de las peleas y conflictos aceptando con humildad los errores cometidos.

Su presencia en mi vida fue un maravilloso regalo, porque jamás lo vi enfrascado en discusiones,donde la sordera primara por sobre las razones. ni menos lo descubrí  en transacciones exigentes donde él solicitara el "Te doy, pero me das".Nunca tuvo la osadia de descalificar al otro.

Sin duda su sello marcaría muchas veces reacciones personales frente a situaciones de conflicto.
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Y por último , la Santa y Poderosa Madre, la llamaré así, porque ella si tuvo corage para poder actuar como madre biológica. porque a pesar de las pruebas de la vida, su sabiduría, alegria y solidaridad ilimitada nunca
dejaron de estar presentes en sus gestos cotidianos.


Daba y Daba, siempre la vi dispuesta a compartirlo todo con aquel que lo necesitaba.Toda ella era Amor.
 Su temple fue potente frente a las adversidades, se caía y se volvía a parar con una fuerza difícil de comprender.
Su figura pequeña iba y venia sin parar, parecía que siempre estaba adelantada con una visión de servicio que dejaba de manifiesto la ausencia de miedos a tomar decisiones para poder ser útil y ser feliz.
De su testimonio de vida, aprendí el sentido del Amor delicado, ese que busca siempre levantar al otro en su dignidad.

Todos los aquí homenajeados ya fallecieron, pero continuarán vivos, porque fueron y serán mis ángeles
. Han pasado ya más de 30 años que partieron, y mientras miro los muros de sus tumbas en mi interior surge con fuerza un GRACIAS por ellos y por esta fecha que me permite parar para homenajear la potencia humana de cada uno y el como me ha animado en la búsqueda personal del camino hacia  la visión cristiana del amor.

¡¡Grandes ellos!!"que  a pesar de no estar en el mundo visible con los ojos, siempre mis palabras de gratitud y oraciones, saldrán desde el corazón,  porque es allí donde se guarda lo esencial.