Tengo mucha inquietud respecto a la palabra hospedaje, podría definirla como algo muy útil para el peregrino o extranjero, o bien, como un valor espiritual. Lo cierto es que me inclino a reflexionar sobre lo último, porque estoy convencida que es una misión que cuesta muchísimo realizar con un sentido verdaderamente cristiano.
La acogida y el hospedaje resuenan fuerte en mi marcha espiritual, una y otra vez he encontrado estas palabras en las Sagradas Escrituras tomadas como un llamado al servicio en medio del dolor. Todo claro desde el entendimiento, pero, ¿ qué sucede al momento de actuar ? Un desface muy interesante. Tengo plena cosciencia de la desprotección social de muchos de mis hermanos y de la negligencia espiritual que me corresponde , al no actuar en el momento oportuno ante ellos.
Puedo accceder a cifras, gráficos, números y un sin fin de datos que me permiten clasificar ordenar y segmentar el dolor y el desamparo, puedo criticar políticas gubernamentales y de Iglesia, todo ello desde el conocimiento.
Y es aquí donde surge la gran pregunta espiritual. Si estoy al tanto de los hechos ¿cuál es la razón del actuar con tanto descuido y letargo?
Una de las razones , es mi propio egoismo, me duele la tibieza de mi alma, la falta de Amor hacia el desposeido. "EL pobre es Cristo" decia San Alberto Hurtado, lo he leido, lo he enseñado, lo he publicado y aún así me cuesta darle sentido verdaderamente cristiano.
Otro elemento que me ayuda a no actuar amorosamente en la acogida, es caer en la cuenta de estar incerta en una sociedad cada vez más llena de "extraños" de los cuales hay que desconfiar porque son "gente mala, "algo habrán hecho para estar así" ; donde el cuestionamiento gana por sobre la dignidad dada por Dios, .y yo me he dejado arrastrar por ese concepto.
¿Hacia donde me lleva esta reflexión ? A la ESPERANZA que es posible acoger al hermano que sufre si primero soy capaz de albergar como huesped a Jesús , el cual me acompañará para ponerme de pie y en marcha hacía el cumplimiento de su Palabra.
"Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos mios, más humildes, por mí lo hicieron"( Mat 25 - 40) palabras de Jesús que hacen eco en mi alma , para dar el giro hacia lo que urge en el hoy ,ponerme en "marcha" hacia los "Cristos de hoy"
Esta actitud de estar atenta para dar hospedaje será el gran incentivo para no intalarme solo a "VIVIR en este mundo" como ave de paso".
Basta ya de hacer de esta Tierra un camino hostil, extraño , donde nadie tiene cavida con nadie.
Seré feliz cuando pueda actuar según el llamado que agite mi corazón y pueda contribuir no solo en palabras sino en obras a ser realidad los anhelos de Jesús .
Seré feliz cuando sepa distinguir que no es lo mismo dar de vez en cuando como obra de "beneficiencia, que compartir lo que posseo en forma sistemática
Seré inmensamente feliz, cuando sepa cumplir mi misión a la luz de la misión de Jesús y sea capaz de permanecer fiel a ella acogiendo al hermano como a mi me gustaría ser acogida.
Seré feliz si tú acoges estas palabras y les das cavida en tu corazón a los que claman por ser dejados entrar a un mundo donde no sean vistos como extranjeros, sino como verdaderos hermanos como lo somos venidos del mismo Padre Dios.
La acogida y el hospedaje resuenan fuerte en mi marcha espiritual, una y otra vez he encontrado estas palabras en las Sagradas Escrituras tomadas como un llamado al servicio en medio del dolor. Todo claro desde el entendimiento, pero, ¿ qué sucede al momento de actuar ? Un desface muy interesante. Tengo plena cosciencia de la desprotección social de muchos de mis hermanos y de la negligencia espiritual que me corresponde , al no actuar en el momento oportuno ante ellos.
Puedo accceder a cifras, gráficos, números y un sin fin de datos que me permiten clasificar ordenar y segmentar el dolor y el desamparo, puedo criticar políticas gubernamentales y de Iglesia, todo ello desde el conocimiento.
Y es aquí donde surge la gran pregunta espiritual. Si estoy al tanto de los hechos ¿cuál es la razón del actuar con tanto descuido y letargo?
Una de las razones , es mi propio egoismo, me duele la tibieza de mi alma, la falta de Amor hacia el desposeido. "EL pobre es Cristo" decia San Alberto Hurtado, lo he leido, lo he enseñado, lo he publicado y aún así me cuesta darle sentido verdaderamente cristiano.
Otro elemento que me ayuda a no actuar amorosamente en la acogida, es caer en la cuenta de estar incerta en una sociedad cada vez más llena de "extraños" de los cuales hay que desconfiar porque son "gente mala, "algo habrán hecho para estar así" ; donde el cuestionamiento gana por sobre la dignidad dada por Dios, .y yo me he dejado arrastrar por ese concepto.
¿Hacia donde me lleva esta reflexión ? A la ESPERANZA que es posible acoger al hermano que sufre si primero soy capaz de albergar como huesped a Jesús , el cual me acompañará para ponerme de pie y en marcha hacía el cumplimiento de su Palabra.
"Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos mios, más humildes, por mí lo hicieron"( Mat 25 - 40) palabras de Jesús que hacen eco en mi alma , para dar el giro hacia lo que urge en el hoy ,ponerme en "marcha" hacia los "Cristos de hoy"
Esta actitud de estar atenta para dar hospedaje será el gran incentivo para no intalarme solo a "VIVIR en este mundo" como ave de paso".
Basta ya de hacer de esta Tierra un camino hostil, extraño , donde nadie tiene cavida con nadie.
Seré feliz cuando pueda actuar según el llamado que agite mi corazón y pueda contribuir no solo en palabras sino en obras a ser realidad los anhelos de Jesús .
Seré feliz cuando sepa distinguir que no es lo mismo dar de vez en cuando como obra de "beneficiencia, que compartir lo que posseo en forma sistemática
Seré inmensamente feliz, cuando sepa cumplir mi misión a la luz de la misión de Jesús y sea capaz de permanecer fiel a ella acogiendo al hermano como a mi me gustaría ser acogida.
Seré feliz si tú acoges estas palabras y les das cavida en tu corazón a los que claman por ser dejados entrar a un mundo donde no sean vistos como extranjeros, sino como verdaderos hermanos como lo somos venidos del mismo Padre Dios.