miércoles, 23 de septiembre de 2009

momentos de silencio


Hoy de vuelta a la realidad social referida a nuestra forma de celebrar en medio de ruidos y fiestas , es que deseo hablar del la otra cara de la moneda , me refiero al SILENCIO un valor esencial , y sin embargo tan ausente en lo cotidiano.
Por qué dirán ustedes esta vuelta de carnero ? , facil, porque el silencio y nada más que su presencia . me han dado la lucidez creativa para comentar lo sucedido y sentido en uno de las tantas salidas a la calle-
Al estar sumergida en medio de ella, me he dado cuenta que vivimos en una cuidad ruidosa por exelencia, los ruidos nos dominan y junto con la rapidez, nos ahogan y nos agobian haciendonos caer en el cansancio prematuro de la lucha por promover , producir y fomentar valores que nos saquen del "desendimiento" personal que hoy se ha instalado entre nosotros.

Me preocupa el fenómeno del ruido que abarca todas las edades, al parecer tenemos miedo al silencio y necesitamos el acompañamiento sonoro en nuestro transitar . Es común observar como vamos ocupados , entretenidos, y ausentes , porque estamos conectados a aparatitos que producen sonidos, como también es normal instalarnos frente a un televisor , que también provoca sonidos que acompañan los contenidos ,como un elemento más para dar enfasis o sensacionalismo y hacernos creer que el ruido que este emite nos ayuda a descansar y entretenernos.

El ruido está instalado en nuestras vidas y lo usamos en nuestras demandas , alzando la voz, chillando, insultando, usando la máxima del que más grita ese será escuchado, reproduciendo muchas veces acciones antivaloricas referidas al respeto y la democracia civica

Existe una solución a este nueva forma de vivir?

Creo que sí, y estoy cierta que es urgente hacer el esfuerzo por trasmitir una cultura del silencio y ello recaerá sobre nosotros , padres y maestros los cuales con nuestro propio ejemplo proyectaremos nuevas formas de convivencia , erradicando paulatinamente la cultura de los ruidos exesivos , las desconecciones y las alzas de voz que tanto daño nos han causado .

Debiesemos poner más interés en propiciar momentos de silencio, para concentrarnos, reflexionar o meditar , devolviendo a nuestra vida eso que hoy ya se está extinguiendo, el silencio creativo. de paz y de apertura que nos hara más humanos y mejores cuidadanos

Ojala desterremos de nuestro lenguaje la idea de silencio como una "lata" y logremos descubrir que bien vale la pena hacerlo y sentirlo porque desde allí nos humanizaremos y nos haremos más sencibles y responsables con el otro.

Doy fe por mi propia experiencia, que los espacios de silencio y calma vividos este último tiempo, me han permitido contemplar y tomar contacto con la experiencia espiritual, que consigue abrir mi mente y me ayuda a comprender la trascendencia y responsabilidad que me cabe como cuidadana que desea vivir en un ambiente digno y lleno de calidad humana.


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