miércoles, 9 de septiembre de 2009

El bullado Bulling

La semana pasada tuve la oportunidad de observar por largos veinte minutos la conducta de varios jóvenes estudiantes , que disfrutaban de su tiempo libre al interior de su colegio en el espacio llamado "recreo"

No sé si ponerle nombre a lo que vi, lo cierto es que sí , fue un momento lleno de violencia en medio de lo que hoy se "llama juego de niños".

Me quedó la sensación que algo anda mal en esto de las formas de entretenerse, ya que curiosamente no percibí situaciones de encuentro amistoso, sino , todo lo contrario, las burlas, los golpes, las zancadillas, los sobrenombres, los chistes y mofas sobre la forma de vestirse o caminar eran patéticos para el que lo realizaba , y porque no decirlo, conmovedor para aquel que recibía tal cantidad de agresiones .

Toda estas actuaciones eran ejecutadas en grupos, donde siempre había un líder, el que representaba la audacia, la creatividad, y la insistencia para buscar a la víctima, la cual siempre fue aquel niño tranquilo, el que caminaba solo ,o bien, acompañado por otros, los cuales compartían alegremente la colación , los monitos o juguetes traídos para entretenerse.
¡Y aquí surge la gran interrogante :¿ Qué estamos haciendo TAN MAL para que haya cambiado tanto el concepto de recreación al interior de un colegio .''

Lo que me quedó muy claro, es que los niños agitadores y agresores están repitiendo muchas conductas aprendidas,desde algún modelo observado con su mentalidad "esponja" propios de su edad.
Lo mas curioso de este asunto es que , cuando los agresores son sorprendidos, gritan, forsejean, culpan a otros y hasta se ponen a llorar con tal de no ser sancionados, luego se calman , observan y hacen que están arrepentidos, logrando de este modo ser tomados en cuenta, aunque sea para retarles.
Que triste realidad, la que hoy nos visita , reflejando la precariedad de los afectos que hay en nuestros niños, donde la necesidad de destruir , atacar y golpear es imperiosa y necesaria para hacerse notar. ¿Dónde nos perdimos como educadores y responsables de entregar buenos modelos?
Debemos ayudar a nuestros niños y jóvenes, no siendo espectadores pasivos, sino intentando siempre dar testimonio de ser expertos en vivir en medio de una convivencia sana, alegre y respetuosa.
Si esta situación descrita la tomáramos en serio y reflexionamos sobre el impacto futuro en las nuevas generaciones evitaremos quedarnos sin aliento al momento de encontrarnos en situaciones como la que relato, y que hoy se le ha bautizado como Bulling , una palabra tan sofisticada y extrangera, que estoy segura no dice mucho de la dimensión y daño sicológico que esta acción provoca y provocará a largo plazo en nuestra manera de convivir.
Confieso que me despierta sarcasmo y preocupación tanta palabra extranjera para designar problemas tan graves como las agresiones físicas, verbales y sicológicas. Ella me suena ajena , sin raíces, como si la violencia fuera de exportación y no local ...

Pero hay algo que no debemos justificar por ningún motivo, y es que , la violencia jamás ha sido un juego de niños., los puntapiés, puñetes, mofas,, empujones y risas burlescas, no pueden ser parte de la entretención y gozo que provoca el jugar de esta manera

Aún estamos a tiempo hagamos algo, no nos conformemos con saber que este fenómeno existe. Seamos agentes activos en la prevención de este modo de jugar , pongamos atención con los ojos del corazón y descubramos donde estamos errando, para llegar a la violencia inucitada que hoy se le llama "juego"

Reformulemos nuevos patrones de conducta, que sin duda nuestros niños imitarán a ver si así los podremos observar jugando en un ambiente sano y más amigable..

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