martes, 29 de marzo de 2011

Alarma!!!! alarma..... el caos nos visita

Hace pocos días me tocó vivir una situación violenta de gran impacto mediático, y hoy que ya dejó de ser noticia no deja de hacer ruido en mi interior, porque aprendí una nueva lección que quedará registrada por  largo tiempo.

La tan publicitada "PAZ" cuidadana es un mero sueño, ésta está lejos de regresar como en antaño, cuando solía caminar por las calles con una tranquilidad abismante y en consecuencia sentir la confianza que nada grave me sucedería.

Pero hoy que ya ha pasado sus buenas décadas, ya no puedo sentir lo mismo, porque es claramente otro el escenario y otras las prioridades.

El caos se apodera en el momento menos pensado, y de pronto la vida pasa a ser pasada a llevar sin miramiento, en pos de hacer justicia por atrapar a los "malos",  perseguidos por los" buenos".
Y estos últimos lamentablemente, sin filtro, con la adrenalina arriba dispuestos a todo, incluso a repetir el mismo acto del perseguido corren enceguecidos sin considerar a quien podrín dañar.
. Yen medio de esa escaramuza  quedamos los transeúntes y yo,  paralizados, llenos de miedo, escapando cual delincuentes  para no ser alcanzado por una bala loca o un policía alocado.

Todo este caos es  comunicado con la rapidez de un rayo, el sensacionalismo irrumpe como señal de que nada bueno pasa y las escenas que parecen de película pasan a ser reales aunque no me guste reconocerlo.
Nadie pone atención en nosotros, los inocentes y tranquilos ciudadanos que, por una razón u otra, razón estábamos en las calles.
 Ninguno de los tranquilos transeuntes hace noticia, ni menos se les considera el costo emocional que se paga al ser participe voluntario de dicha casería.

Es que la vida  hoy tiene otro valor, ya no hay respeto por ella , ya no me pertenece la tranquilidad,  ni están los espacios para transitar por ella .
Al caminar por las calles, ya nada tendría que parecerme inofensivo,el estado de alerta tiene que forzozamente estar activado,no puedo caminar en actitud contemplativa, hacerlo sería un atentado contra mi propia integridad física.
Esos son los  valores enseñados en el mundo de hoy. porque las amenazas están al acecho y no puedo pestañear .

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Hoy  la invitación es otra,  moverme bajo el clima de la desconfianza y el temor de lo inesperado. La gran amenaza que existe en mi , es  la posibilidad de que les haga caso a aquellos que perturban mi conciencia de seguir creyendo que la Paz es posible reconstruirla y traerla a esta cuidad tan convulcionada por unos pocos que siembran el miedo sin control.
Y lo paradójico de todo este evento de cacería, que perturbó mi rutina cotidiana de caminar tranquila por las calles, es que hacia muy poco rato había estado con un grupo de amigos soñando en la porfía de que es posible dar un giro positivo a este mundo tan herido y falto de paz.
Es que la vida a veces se encarga de estos reveses para hacerme notar que hay un gran trabajo por delante para volver a  desenvolvernos en otra cultura,  la del hombre  sano que luchará por la vida y que se negará a seguir toda señal de muerte.

En eso estoy, esperando recuperarme del susto para volver a disfrutar de las cálidas tardes de otoño, que ya se hacen sentir.y poder asumir que una vez más fuí protagonista de una serie de nunca acabar, como es la violencia extrema en la que poco a poco se está sumiendo mi cuidad.

Y aunque esta historia no corresponde al plan divino , no dejaré de buscar lo que ella contiene de vida para así sacar las fuerzas para saber combatir el dolor y la violencia que hoy tensionan la mente y los músculos de tantos compatriotas que no logran vivir en la paz.

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