miércoles, 8 de septiembre de 2010

Fiestas Patrias 2010

Tanto se ha hablado del bicentenario que no me queda más remedio que plasmar mi pensamiento respecto a lo que me hace sentido sobre esta (tan bullada) Fiesta del Bicentenario.

Claro que no siempre se celebran los 200 años de historia, pero de que me hablan, si primero que nada tengo entendido que un 12 de febrero de 1818 recién nos declaramos independientes y que nada tendría que ver con el glorioso 18 de Septiembre de 1810.

Pero en fin, para que entrar en polémicas si ya hay lo suficiente en el ambiente, no obstante creo necesario mirar con ojos atentos lo que está pasando y el sentido que se le está dando a esta rimbombante celebración.

Si, porque aunque me encuentren negativa, creo que no nos podemos tragar toda la farandulización y frivolidades en que hoy nos invitan a romper con la rutina diaria. Es aquí desde esta mirada que surgen las preguntas

¿Es posible celebrar en medio del dolor de las familias que lo han perdido todo ?

¿Se puede obviar la presencia de nuestros hermanos mapuches que hoy están a punto de entregar sus vidas por no ser tratados como chilenos todos?

¿Será posible cantar con el alma y saborear una empanada a 700 metros de profundidad enterrado vivo?

¿Les alcanzará el dinero a una familia obrera para festejar 4 días seguidos?

¿Podremos reconocernos como hijos de esta tierra si estamos fuera todos los días de festejo por el despliegue comunicacional incesante que nos llama al consumo de Viajes fuera del lugar donde habitamos?

¿Podremos estar lúcidos para disfrutar de los aires primaverales que empujan los volantines e inundan el ambiente con los asados, si la propuesta para ello va acompañada de trago cerveza y la tradicional chicha que es presentada en toneles para que no pensemos que se va a acabar en medio del festejo?

Este país claramente está celebrando otro Bicentenario, no aquel lleno de sentido histórico ni menos aquel que nos permita reflexionar hacia donde van dirigidos nuestros pasos .

Todo mediático, cosmético, fraccionado nada de historia, porque siempre estamos remedando y entregando formas nuevas para la celebración, la inconsistencia ha hecho de las suyas en esta sociedad de hoy que se apresta a celebrar la vida Independiente con una dependencia abismante frente a las propuestas comunicacionales.

¿Qué nos ha pasado con la lámparita del juicio que se supone nos ayuda al bien común?

Lata no poder celebrar en medio de ritos que nos lleven a valorar a tantos hombres y mujeres que algo han hecho por nuestra patria.

Pena porque hemos hechado por tierra la sencillez del campesino y la buena memoria de nuestros viejos ancestros que han sabido cuidar su cultura y tradiciones.

Preocupación por la fragilidad de nuestros valores que nos han llevado a celebrar sin un sentido verdadero de lo que somos y seremos en un futuro próximo.

Desencanto por comprobar que la máquina de la sordera y la ceguera nos ha nublado el camino dejándonos a la deriva sin poder saborear la justicia como el pilar para llegar a ser Chilenos orgullosos de lo que somos, por sobre aquello que nos proponen que seamos.

No tengo manera de manifestar el cúmulo de preguntas que hoy surgen al ir informándome poco a poco en la forma que celebraremos estos 200 años, pero en fin el 18 de septiembre siempre será una fiesta entretenida celebrada en aras de la primavera que sin querer queriendo nos dispone el espíritu al derroche de alegría, al brindar aunque estemos preocupados por la patria querida que juntos compartimos y soñamos.

En todo caso cada uno tiene su propia respuesta, del como celebrará, yo solamente expreso el resultado de mis divagaciones que me inspiran estas Fiestas Patrias 2010.

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