martes, 8 de junio de 2010

Mi dolor

No sabia como reaccionar frente a la dolorosa noticia que ha sacudido a la Iglesia Católica por acusaciones de abuso sexual de algunos sacerdotes.
Ciertamente la situación de escándalo me ha llenado de dolor y a veces de desconfianza, pero sin duda que estos sentimientos no me llevarán a recomponer la fe dañada y consiente de ello busqué ordenar las emociones que me producían distintas miradas de lo ocurrido para encontrar la verdad de lo que hoy es llamado a grandes voces "Crisis que sacude a la Iglesia Católica."
Es sin duda otro terremoto, esta vez espiritual , que por momentos me llena de sentimientos encontrados por la forma y las palabras usadas para informar sobre el tema.
No hay fronteras, se informa lo acontecido , en honor a la verdad , tendiendo un manto de dudas y desconfianza, sobre la manera de actuar de los sacerdotes, a quienes se les muestra como seres que hacen padecer a la Iglesia, porque no es uno quien ha cometido actos deshonesto, sino varios, y con esos datos basta para debilitar la confianza puesta en tantos sacerdotes que fieles a sus vocación y Amor a Cristo dan hasta la vida para colaborar con su amada Iglesia Católica.
Me produce mucho ruido interior el tipo de denuncia apasionada, sin cariño , y sin solidaridad hacia el clero.
Como laica comprometida con los valores encontrados en el Evangelio, me duele profundamente lo sucedido.
Los delitos son delitos sin justificación . y por ello me entristece el testimonio de los afectados, como también me anima las palabras del Santo Padre quien dando muestras claras de dolor y de humildad pide perdón a su Iglesia que es pueblo de Dios.
.Y vigilante ante la agitación y el ruido interior, me duele más aún la forma como mis hermanos de Iglesia han tratado el tema , en medio de la convulsión ,su reacción ha sido lanzar dardos llenos de opiniones cargadas de odiosidad y recriminaciones.
Es que en un primer momento , quizás por nuestra debilidad fue normal, pero continuar alzando la voz para pedir soluciones espress , me parece poco solidario y ajeno a los valores evangélico, que nos invitan a tener la pedagogía de JESÚS quien jamas fue duro , implacable , ni condenó, sino que invitó a luchar contra el pecado , con la única arma poderosa llamada Amor.
Pedir la cabeza de los débiles no nos hará mejores como Iglesia, solo el respeto que merecen las víctimas de lado a lado no nos hará perder el juicio ni el sentido de las proporciones de este caso penoso que nos afecta a todos los llamados Católicos-
Quizás estas palabras pueden sonar algo ilusas o poco objetivas , pero lo único cierto es que hoy debemos orar con mayor fuerza para pedir un espíritu vigilante, que nos enseñe a discriminar entre aquellas opiniones que nos lleve a darnos de codazos y dividirnos ; de aquellas que por ser dadas a conocer por su nombre , nos lleven a reconocer el pecado como parte de nuestra naturaleza humana y de este modo no lleguemos a pagar un alto precio ,en la pérdida de la fe y la misericordia tan necesaria para corregir y apoyar
No olvidemos nunca que las faltas que se hacen públicas no son solo de aquellos que la cometieron . Tú y yo también somos pecadores .

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