
¿No es este el hombre que a nivel mundial representa las palabras inspiradoras escritas en en la Biblia, donde Jesús muestra a raudales su Misericordia ?
¿No es acaso la Institución que representa, la que nos ayuda a encontrar el camino da la fe católica que nos insta a relacionarnos entre nosotros con la pedagogía de JESÚS?
¿No se supone que desde la Santa Sede se proclama el Amor infinito de nuestro Padre , y se nos enseña a nosotros sus hijos, a no castigar, ni discriminar a ninguno de nuestros hermanos?
¿Cómo relaciono palabras tan nefastas y faltas de Amor frente a lo que creo , por fraternidad.
¿Dónde quedó la prudencia y la misión de Madre para construir el Reino de Dios en medio de sus hijos?
Me duele hacerme estas preguntas, pero estoy cierta que mi reacción tiene que ver con el dolor que ha logrado provocar en mi corazón la violencia de las declaraciones de este Cardenal , sin fundamento cientifico alguno.
Nuevamente caigo en la cuenta que la Iglesia Jerarquica , está totalmente apartada de la realidad y de los dolores de la Humanidad.
Comparar la homosexualidad con la pedofilia me parece una salida de muy poca sabiduria e ignorancia, Para mi gusto liviandad pura , imperdonable por el hecho de abrir simbolicamente un saco y hecharlos a todos donde mismo.
La acusación es grave y atenta contra todo el respeto que nos merece la condición homosexual de tantos hermanos nuestros que luchan por ser reconocidos como seres, que al igual que todos, anhelan vivir en medio de una sociedad que comparte junto a ellos los ideales comunes de libertad y respeto.
Y para más remate La Santa sede le baja el perfil, diciendo que sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
Me niego a creer que lo que dijo, fue lo que no dijo.
Sus palabras son un flaco favor para muchísimos sacerdotes, que fieles a su vocacion contribuyen a fomentar una cultura de justicia y de verdad,en medio de la diversidad.
Es necesario que la Iglesia se haga parte de las denuncias de abuso sexual , pero eso no da pie para que sus autoridades desde la tribuna comunicacional que poseen, declaren que la homosexualidad esta relacionada con con una enfermedad mental.
Comparar la homosexualidad con conductas delictivas, sin duda ,es validar aún más el estigma para aquellos hermanos nuestros que ya tienen bastante con el peso de sentirse condenados socialmente por su condición sexual, con epítetos tan o más violentos como el usado por el poco distinguido Cardenal Bertoni.
Todo este escándalo me hace sentir una IGLESIA del siglo pasado, y me arrastra como católica a grandes cuestionamientos.
Disgusto tremendo que agranda aún más las distancias y enfriamiento en la relación entre los católicos y su vida cerca de la Iglesia.
Estoy muy de acuerdo contigo Anita. Con todo, veo que de todo esto vamos a avanzar, aunque los cambios en la iglesia son muy lentos. El Espíritu no nos deja solos ni solas, es probable que sean tiempo de calidad, más que cantidad. Volveremos paradojalmente a los inicios de nuestra iglesia.
ResponderEliminarJuan carlos sj
cambios necesarios y radicales requiere la iglesia ... se dice ha resistido muchos momentos críticos ... pero lo innegable, es que en lo contemporáneo es imposibe para las instituciones ocultar lo evidente ...
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