lunes, 10 de agosto de 2009

Otros "Días del Niño"

Ayer como cada Domingo regresamos apresurados de misa porque sabiamos que era un día muy especial para los hijos, quienes rayan los años de entrada a la etapa de adulto joven, pero que no han perdido su alma de niño y por lo tanto esperaban ser celebrados como tal.

Muchas fueron las insinuaciones para ser esperados con "algo rico", muchas fueron las respuestas de negación por considerar no a lugar a dicha petición.

Pero igual nuestro amor de padres nos ganó la batalla y estuvimos dispuestos a celebrar...

Una mesa sencilla , tres calugones y cositas para picar fue el menú de entrada, luego vino el plato de fondo preparado con la vocación del mejor cocinero y llevado a la mesa como la "especialidad de la casa", preparada con el mejor ingrediente que dará el sabor más penetrante a los sentidos: compartir en familia.

Así iniciamos la celebración, luego de una fluida conversación de sobremesa donde hubo abundancia de recuerdos cuando eran niños, decidimos salir a evocar esos momentos al mismo lugar donde se habían vivido.

Buscar imágenes de hace 30 años atrás para construir la historia familiar, fue una linda iniciativa. Al llegar al punto de rememoranza, nos encontramos en medio de una ciudad muy distinta, con un ambiente también muy diferente. Eran ciento de niños disfrutando al aire libre con sus juegos infantiles. Lo más alentador era que estaban junto a sus padres, quienes literalmente se tomaron las plazas y los parques para celebrar. Mucha fue nuestra alegría al constatar que aún se mantiene vivo el valor de la familia.

Físicamente el lugar había cambiado, ya no estaba el circuito "del trencito", ni tampoco "los autitos" (como ellos le llamaban), pero si los árboles más añosos que, cumpliendo con la misma función, cobijaban con su sombra y servian de trampolin para los más pequeños.Tampoco la pileta ya no era la misma. Hoy, remodelada, permanecia en el lugar deleitando la imaginación infantil con sus aguas multicolores.

Ya había trascurrido el tiempo y se notaba, todo bullía de actividades, el lugar ya no era tan tranquilo, aún así pudimos reconocer escenas que se repiten a pesar de los años, un ambiente de buena comunicación y de armonía entre el mundo adulto y el de los niños.

En este escenario nos detuvimos a recrear momentos vividos, llenándonos de sensaciones y asociaciones tan potentes que solo nos quedó dar gracias por el bien que aún permanece en nuestra sociedad, testimonio inegable de ese momento: La forma de celebrar en familia.

Que bueno que los padres se atrevieron a salir de su encierro, optando por espacios abiertos que permiten desarrollar a traves del juego, la fantasía infantil.

Que bueno que las empresas estatales y privadas tomaron la iniciativa de participar en este dia en la puesta en escena de eventos infantiles.

Que hermoso y gratificante para los niños sentirse acompañados de los seres que más quieren y que con su inocencia, ternura y alegría innata gozaban al aire libre con sus juegos .

Que esperanzador fue observar que los hijos eran "tocados ", en tantas escenas de besos, abrazos y tomadas de mano donde la soledad no daba cavida.

Que bueno ver asomar la consciencia de cambio, celebrando en un ambiente de amor, sano y lleno de cariño.

Nosotros que queriamos disfrutar de la nostalgia del pasado, rememorando espacios fisicos y de tiempo compartidos, terminamos recibiendo un gran modelo, del como ser padres cercanos y sabios que saben aprovechar todo momento y celebración para cultivar y hacer crecer los sueños infantiles.



Este ejercicio de explorar el mundo que nos circunda, nos ha permitido llenar nuestras almas de esperanzas, sintiendo que no todo está perdido y que podemos poner nuestro granito de arena para hacer que nuestros niños crescan al alero de unos padres, que a pesar del cansancio y agobio, sabrán ser sabios acompañantes, atreviéndose a romper la búrbuja que nos hacen creer los medios: que se necesitan cosas especiales para dar cariño y entretenerse.

EN LA SENCILLEZ Y AUSTERIDAD PODEMOS CONTINUAR CELEBRANDO EL RESTO DE NUESTROS DÍAS A NUESTROS HIJOS.

¿Y tú papá y mamá joven, estás dispuesto a romper el círculo de la abundancia reflejado en los juguetes comprados?

Y ustedes instituciones gubernamentales y privadas ¿Están dispuestos a poner su granito de arena para hacer muchos dias del niño dentro de los que más lo necesitan?

Despúes de este gran día seria tan bueno que todos continuaramos celebrando, ya no el dia del niño, sino el DIA DEL HIJO. Así cada momento libre, tomaría un sentido tan lleno de vida, que seguro marcará la diferencia entre: crecer en medio de la compañia de multiples juguetes o hacerlo en medio de la austeridad y secillez, que implica la compañía de otro como expresión de amor que todo ser humano necesita para vivir.

El desafío está... ahora solo falta la voluntad para ponernos en marcha hacia un cambio de actitud que refleje el sentido de gratuidad que representa el amor filial.

Si como padres nos comprometemos a "estar presentes" desde que nacen, hasta que las fuerzas se nos acaben, seguro viviremos en una sociedad de hombres que deseen repetir y experimentar las emociones y sensaciones vividas junto a la familia, caldo de cultivo para la afectividad y la proyección hacia una vida feliz y realizada.

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