
Llegada la noche, el mismo rito, todos corren presurosos en busca del tan anhelado descanso. Allí te espera la familia, pero no hay tiempo, hay que distraerse y descansar, usamos entonces el tiempo frente a la TV, que avisa que no hay tiempo que perder porque son los últimos días para tal o cual mercancia, no puedes quedarte atrás y corres nuevamente en pos de aquello que te entusiasmó.
Así nos gastamos el tiempo, batallamos contra él, la vertiginosidad no nos permite verlo como un regalo que Dios nos hace para hacer lo que EL espera de nosotros, pero ¿cómo poder cumplir si el tiempo nos consume en otras cosas y cada día estamos más alejados de Dios?
Hoy pareciera que nada alcanza, culpamos a otros por el mal calculo del tiempo, nos angustiamos, estresamos y apartamos de lo esencial.
Las desaveniencias, los disgustos, los cansancios y las luchas nos desgastan y caemos en la indiferencia, las tardanzas,y las ausencias, caemos simplemente en el Desamor.
Si cayéramos en la cuenta que el tiempo es nuestro y que a nosotros nos corresponde llenarlo de paz, de generosidad de calidad, entonces el tiempo seremos nosotros, que en la consciencia de un regalo para nuestras vidas nos volvereríamos más sabios y llenos de una actitud diferente.
Siempre quisieramos que las cosas fueran más rápidas, pero si estamos fortalecidos en la amistad Divina, el tiempo será una bendición, un vehículo para la contemplación y la adoración. Nos convertiremos en seres con más vida interior.
Por eso es tan necesario y urgente aprender a detenerse, a contemplar las maravillas vida, aún en la rutina; si lo hacemos no tengas dudas que el tiempo será una fiesta y gozarás de una forma más libre dejando atrás la opresión que hoy significa.
Recuerda un paisaje visto de manera apresurada no tiene color; una conversación con agobio (por la sensación de perder el tiempo) será siempre un disgusto; un corazón vacio sentirá inexorablemente la rutina, porque el tiempo no tiene sentido; una vida vivida en el apuro y en adoración a otros dioses como el consumismo, la televisión, lo terrenal; será desabrida y muy lejana a lo que Dios anhela .
Esto no es simple casualidad, ya en el Nuevo Testamento Pablo nos dice:
"... Por lo tanto , cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con sabiduría. Aprovechen bien este momento descisivo, porque los días son malos. No actuen tontamente, procuren entendercual es la voluntad del Señor" (Efesios 15 15- 17)
Ojalá estas palabras sean vida, para salir de nuestro caminar de hormigueo, de nuestros "tiempos" y analizar cuales son nuestras prioridades.basadas y medidas con criterios de tiempos.

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