jueves, 13 de septiembre de 2012

Funerales en la tele



¡ Ha muerto un amigo, un compañero,un hombre ejemplar ! es  el encabezado de una noticia que sale al aire  cada vez que un personaje conocido públicamente abandona esta vida

 La primera reacción, conmoción social.
Nos cuesta asimilar lo anunciado ¡No es posible! exclamamos  y aunque poseemos escasa aceptación frente a la muerte  igual queremos hacer presencia para participar del  velatorio  acudiendo en masa, al lugar donde se  celebrarán ,  los ritos  funerarios con el fin de despedir al que ya no está con nosotros.
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Una vez en el lugar nos quedamos reconociendo al personaje que yace acostado dentro de un cajón, rodeado de luces y coronas de flores Si este es católico la señal de la cruz será el signo para saludarle y despedirse . No lloramos a mares pero si nuestro rostro expresa un gesto de tristeza , cuando nos acercamos a mirar por última vez al que ya no veremos mas.
 La cosa es estar allí  con todo el cariño y ternura  que poseemos para expresar de la mejor manera la descompensación que nos causa su partida .

Y aún con esos sentimiento,s si reconocemos que la vida del difunto ha sido ejemplar, acudimos al cementerio en un marco de integración profunda con los familiares ,aunque no les conocemos. Permanecemos allí hasta el final, dispuestos a participar . de la ceremonia fúnebre que todos sabemos se va a realizar .
 Discursos, oraciones, cantos poco importa el tiempo, seguimos allí tratando de asimilar el significado que la vida tiene, y lo fragil que somos cuando tenemos que enfrentar la  muerte,
 Si porque ella está presente dentro de un ataúd , que pronto desaparecerá ante nuestra ojos  para quedar  solamente el registro del nombre del que ya  ha partido sin volver..

.Años atrás esta descripción de un funeral  hubiese sonado tétrica, pero en realidad. hoy ya no lo es, porque los funerales son  televisados y forman parte de la cultura nacional .

Y lo digo porque cada vez que muere un personaje publico  los canales de televisión abierta se encargan de abrir  los espacios  para mostrar en vivo y en directo  todo lo que sucede en medio de los ritos funerarios, basta con  encender el televisor  y  tenemos acceso a todos los rituales  que  se ofrecen en memoria de aquel que amerita .homenajear.
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La moda de televisar el funeral de aquellos que lograron fama ya sea en vida o por la espelusnante forma de morir,  hace rato se instaló en nuestro país y si ellos nos permiten acercarnos con naturalidad a nuestras  propias muertes , bien por todos los  capaces de involucrarnos en esta situación.

Estoy convencida que si sabemos leer las señales de tanta muerte pública, esos funerales nos ayudarán a salir del  prejuicio escabroso que tenemos sobre la muerte,

Porque presenciar en determinados cuadros televisivos los ritos finales de la muerte de  otro, sin  duda nos recordará lo esfímero, de la vida.
Y sin duda alguna nos moverá queramos lo o no, a cambiar nuestro foco dirigido hoy a las falsas   seguridades. a consecuencia de las pobres respuestas que hemos dado frente a innumerables situaciones que la vida nos ha puesto como desafios.

La muerte es un hecho de cada día. Una se presenta sin aviso, sin tregua, así nomas .Otra da tiempo para preparar el equipaje,dejando las cargas pesadas atrás, de tal modo que en la partida el alma esté liviana y llena de paz .

¿Cúal de ellas será mejor? He aquí el misterio y por consiguiente, libertad de responder.

Lo cierto es que nadie quiere morir,  porque en principio amamos la vida  aun con dolores a cuesta.

 Tememos nos  sea arrebatado ese derecho a vivir,. Hay en nosotros una dosis importante de ilusión,.que nos conduce a aferrarnos a la vida, sin querer por motivo alguno dar el paso definitivo.
 Inmortales eso deseariamos ser  ¿Miedo a lo desconocido? Quizás el misterio nos paraliza, Aun así hay algo que no podemos odbiar .

.Los ritos de la muerte televisados o no, siempre nos movilizarán hacia nuestras propias muertes, despedidas y cortes que de alguna manera nos han llevado a una nueva manera de existir..
 
,Entonces aunque nos cueste aceptar que el que ha muerto solo se nos adelantó,  creo que no está mal que se nos acerque a este tipo de ceremonias fúnebres , que si sabemos observarlas con ojos de la fe,  nos ayudará muchísimo a iniciar el camino de crecimiento y sanación del resto de vida que nos queda  .

Ellos y ellas  los famosos de la tele y los no tanto, al partir  nos dejan llenos de recuerdos y nostalgias Pero también con la certeza que su partida nos invita por algunos instantes a reflexionar seriamente sobre nuestra fe y sentido que la muerte tendrá para .cuando la tengamos que enfrentar.

 Gracias por sus vidas y por ser instrumento para que podamos acercarnos en forma natural a nuestro propio final

Ni un minuto antes ni uno después, esa es la verdad. Solamente basta con esperar confiados en la voluntad de Dios que será el sentido que daremos a la vida antes que llegue ese gran momento terminal..










 






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