Eran las ocho de la mañana cuando sentimos una especie de bombazo. Pusimos mucha atención para distinguir si era lo que pensábamos, o bien era el inicio de los 21 cañonazos que año a año junto con celebrar la gesta histórica, es la señal que nuevamente estoy cumpliendo años.
La familia reconoce que es una fecha especial preparando la fiesta con regalos, comida y el tradicional y emocionante canto del "Cumpleaños Feliz". A ello, este año, se ha acompañado la torta con una vela en forma de signo "?" , la cual apagué luego de un silencio que indicaba que pedía mis tres deseos.
Y así, en medio de tanto cariño recibido y sin dar la más mínima señal de perturbación por lo que me causó la vela, es que daré a conocer lo que surgió en este nuevo aniversario de la vida...
Lo primero que viene a mi mente es: "¿Por qué pasada cierta edad la velita es un signo de interrogación? ¿Será una audacia, para el que celebra, recordar el abultado número delante de los demás? ¿Será muy fuerte tomar consciencia del alejamiento que se toma de la juventud, y lo que significa el trato dado en esta sociedad?
Es extraño, porque a raíz de ver este tipo de vela, es que se produjo en mí, la competencia entre lo que debo dar a conocer respecto a mi edad, contra los criterios modernos que, obviamente, me indican que no es muy válido mostrar con orgullo la cantidad de décadas que estoy celebrando, si de verdad éstas no demuestran que han sido vividas en plenitud.
Planteadas estas interrogantes y en honor a la verdad, al momento de soplar la vela, -aunque sea fuera de lugar-, les contaré los deseos que surgieron dentro de mí en los breves minutos que tuve para traerlos a mi mente en el transcurso de la celebración.
Mi primer deseo en este nuevo cumpleaños, fue pedir alcanzar la fuerza suficiente para no dejarme arrastrar por la dimensión tan particular que hoy existe de mantener viva la eterna juventud, para ser capaz de correr el riesgo de mostrar lo sexy que puede ser dejar al descubierto las canas, las manchas, las líneas de expresión, las ojeras y todo rastro de quiebres y dolores que han marcado el camino recorrido.Sin duda será una audacia, pero creo valdrá la pena para ir dejando en claro los años vividos.
Mientras, tanto todos mis amigos y familia, desean que sean muchos años más, advirtiéndome que será una realidad, solo si paso el mes de Agosto, es que con esa salvedad, me surge el segundo deseo...
En él, pediré la gracia de de no llegar al final de mi vida con la sensación de tomar el tiempo como un fantasma, sino como el regalo y la oportunidad de vivir "a concho" los otros proyectos que me surjan con la vejez, para no dejarlos pasar, porque no hay espacio ni reconocimiento, sino al contrario, ser capaz de animarme para gastar el tiempo que me queda en cultivar un nuevo modo de llegar a sentir el sabor que da la vida otoñal, con todo lo que ella aún me ofrece y se me será dado a vivir.
Y por último, como son tres únicamente los deseos, y frente a las amnesias en que muchas veces he caído para evitar evocar las grandes lecciones y de este modo retrasar la etapa que me toca vivir, es que en este caso pediré la sabiduría, valor y honestidad necesaria, para mirar mis pensamientos, deseos,y debilidades que hoy están presente en mi, para con ello poder llegar a descubrir si estoy en el camino correcto que me llevará a una profunda transformación espiritual que me leve a distinguir la diferencia entre felicidad como estado de paz o como mero placer por los éxitos venidos del mundo.
De una u otra manera la luz de la vela con signo de interrogación me ha permitido entrar en el misterio de los deseos, que sin duda si se cumplen serán la señal de que el próximo cumpleaños si podré pedir con MUCHA seguridad, la cantidad de velas que muestren los años que estoy cumpliendo.
Aprovechando este espacio, es que no dejaré pasar el otro gran destello de luz que recibí de parte de tantas personas que con su enorme cariño, me presentaron durante todo el día sus mejores deseos para este nuevo cumpleaños.
Sin duda, cada uno de ellos han pasado a ser parte de las tantas y tantas luces y regaloneos del Señor que me ha brindado una larga vida para hallarlo en medio de los acontecimientos del día a día.
Por esto y mucho más Gracias por el "Feliz Cumpleaños". Nunca será tarde para celebrar y agradecer.
Fue, sin duda, uno de los días donde no dan ganas que terminen por estar llenos de felicidad.y amor.
PD: Y nunca dije cuantos cumplí......ya pronto se sabrá........
lunes, 23 de mayo de 2011
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