Chile está en el suelo una nueva experiencia de caos, dolor y perdidas de vidas, nos paraliza las rutinas , un terremoto y luego maremoto golpea el alma de mi pueblo.
Lejos ha sido la experiencia más dura y difícil, que me ha tocado enfrentar frente a la fuerza de la naturaleza , ella se hacia presente por largos minutos, dejando mi alma sumergida en la más absoluta desprotección
Si´porque no lo esperábamos , nosotros que estábamos de fiesta con el Festival, de pronto todo queda reducido a escombros, la Tierra se sacude de la manera más violenta que yo pueda relatar Aparece el caos, la desolación , la angustia el miedo por no tener la capacidad síquica inmediata de saber la dimensión de lo que pasó, una vez que la tierra cesa de sacudirnos.
Yo , que unos días atrás contemplaba la madre naturaleza llena de gozo y gratitud, hoy estoy llena de emociones, temerarias miedo, impotencia, pena y sobre todo soledad, al reconocer cuan débil, frágil y pequeña soy al encontrarnos de cara con ella y mi humanidad..
No hay mucho que decir, sin duda estoy frente a uno de los mayores desastres emocionales, que me conducirán a un cambio de prioridades, para ordenar el desorden valórico del cual he sido parte durante mucho tiempo.
Creo que este evento de la naturaleza me ha permitido reconocer cuan vulnerable soy y que todo aquello donde tenía puesta mis seguridades de nada sirven como argumento para solicitar el cese del movimiento telúrico.
Son tantas las luces y sombras de las cuales estoy hecha que hoy no me queda más que la sensación de confirmar que la Naturaleza es muchísimo más poderosa que yo y que ella puede romper con todo aquello que significa un respaldo y el centro de mi vida social.
Hoy más que nunca se me hace urgente no quedarme pegada en pequeñeces, y luchar por safarme del mal más pernicioso que ha corroído mi alma , el apego a las cosas materiales que me producen tranquilidad y bienestar .
Este terremoto es una lección de vida que me hace volver al centro y reconocer que nada soy en solitario y que necesito urgentemente levantar mi mirada y mis manos hacia la verdadera Vida que es Dios quien me invita desde mis sombras a caminar hacia su luz.
Somos pequeñitos y la Vida es un regalo de EL, que sueña seamos capaces de vivirla en vínculos, fraternales, justos y de pertenencia como parte de la Creación.
Un nuevo llamado se me hace latente el Señor me acompañe en este caminar, lo invocaré a traves de" esta hermosa canción
jueves, 4 de marzo de 2010
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