Fueron 31 horas de Oración.
Uno a uno saliendo de las profundidades de la Tierra, provocando espacios de silencio porque la razón no permitían comprender lo que se estaba presenciando.
Uno a uno abrazando a sus seres queridos, en silencio porque las palabras sobraban, no fueron abrazos furtivos, ni fusión de cuerpos, sino una unión espiritual por saberse vivos junto a los que se aman.
Fue la manera más sencilla de agradecer y poder decir aquí estoy. Fue la forma de reflejar lo que había en sus corazones.
Fue oración porque a pesar de los dolores y sufrimientos del cuerpo que algunos demostraron fueron capaces de arrodillarse, elevar las manos al cielo, para dar las gracias por la segunda oportunidad ..
No hubo gritos ni proclamas, solo el nombre de EL grabada en sus vestimentas que claramente daban muestras de donde salió la fuerza y esperanza que había en sus corazones.
Ciertamente fue oración porque no hubo un solo momento en que se interrumpiera la expresividad de sus miradas que una vez en la superficie buscaban afanosamente a sus seres queridos. Sus ojos lo decían todo habían sido marcados por el Amor y así lo expresaban con gestos y movimientos de una transparencia que llegaba al alma .
Fue oración porque a pesar del ruido mediático de la TV. no hubo espacio a la malsana competencia .
Fue mucha la información trasmitida que a pesar de estar ritualizada, sentí que nadie quedaba fuera, porque todos los que allí estaban supieron esperar y acompañarse para celebrar el momento de la salida.
Fue oración, porque el final feliz que celebramos todos, no pudo ser obra del hombre, la audacia, creatividad, pasión, y entrega para llevar a cabo la misión no hubiese tenido el mismo termino que presenciamos, si no hubiera estado sostenida por la mano de Dios.
Ciertamente fue una nueva visita de EL a nuestra tierra. y se nos acercó aún más en los tantos momentos de vida que significó ver salir de la muerte a la vida a los 33.
Así lo sentí y doy gracias por las tantas horas en que pudimos celebrar agradecidos por la vida de nuestros compatriotas.
Fueron muchos los signos que golpearon fuertemente nuestra alma de país, y quizas del mundo,solamente espero que no nos quedemos en la conmosión del momento y de alguna forma todo lo vivido nos sirva para mirar con los ojos de EL, la nueva manera de convivir que tendremos en esta nuestra tierra tan universalmente conocida .
sábado, 23 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario